UNA RAZA CON MUCHA ENERGÍA LE METE LA CUCHARADA A LA TAMAL: RAZA, UN EQUIPO QUE SORPRENDIÓ CON SU SÓLIDA PARTICIPACIÓN EN LA TERCERA VERSIÓN DEL DISCO PIJAO. LA TAMAL ENVÍA UN SAZONADO SALUDO A LOS PARCEROS DE RAZA.
El primer torneo del año llevó al equipo a tomar la decisión de participar con los muchachos que estuvieran dispuestos a pagar el costo del torneo, pese a la poca preparación y la entrada de las fiestas decembrinas, unida a la descompensación alimentaria tan abundante de esa época del año.
Raza llega a Ibagué con ganas de iniciar con pié derecho el nuevo año y también pasar unos días agradables en esa ciudad de clima tan acogedor. El equipo se encontraba casi todo en su totalidad y esto sumado a la participación de equipos con amplio recorrido en el ultímate nacional motivó aún más los deseos de competencia del grupo.
Al iniciar el primer partido raza asume el reto de enfrentar paso a paso y punto por punto a cada equipo del torneo, al que teníamos que hacerle frente de acuerdo a la organización de la competencia, es así, cuando sólo se tiene en cuenta al rival que se encuentra en ese momento en la zona contraria a la nuestra, haciendo que se realice un enfoque especifico en ese instante sobre el uso del trabajo en equipo, esto permitió un desempeño más productivo al interior de las líneas, haciéndose mucho mas cooperativos, desde los movimientos tácticos en la cancha hasta el apoyo de los que estaban a los costados de esta, es decir, la comunicación constante entre los que estaban adentro jugando y los que se encontraban descansando comenzaron a jugar un papel importante, unido a una constante hidratación de unos y otros.
Al avanzar en la competencia, el equipo se va comprometiendo cada vez más con la participación en el torneo tanto dentro como fuera de la cancha, la mentalidad va siendo una sola: avanzar, identificándose momentos y espacios claves de acción: descansos entre partidos, información constante sobre los equipos contra los que nos enfrentaríamos, espacios para la alimentación y por supuesto momentos para el esparcimiento, relajación y una que otra cervecita con su debida moderación.
Al final todo esto cuenta para que en los momentos claves de los partidos más difíciles todas estas cosas hagan la diferencia y se vean reflejadas en los resultados (demostrando la seriedad y el compromiso con que se asumió el torneo) y salgamos adelante, hacia la final, enfrentándonos contra uno de los equipos contra quien todo el mundo quisiera jugar una final, Mamoots. Una final llena de alta competencia y sobre todo mucho compañerismo, delicioso el partido, al finalizar aunque no se consiguió el objetivo de ganar el torneo hay una gran sensación de bienestar y agradecimiento hacia todos los muchachos del equipo que dejaron en cada punto, en cada lanzamiento y en cada defensa la característica de ser un jugador de Raza, demostrando que mas allá que integrantes de un equipo se identifica cada uno como amigos, una familia, los resultados se consiguen y se consolidan, pero aun más apreciable son las relaciones que se generan entre cada uno de los integrantes de este gran equipo. Felicitaciones!!
